En España como en Europa y en el mundo global se acusa una notable pérdida de valores espirituales que ha recordado en una de sus alocuciones S.S. el Papa Benedicto XVI. He aquí sus palabras: "Para reforzar la base humana de la realidad sociopolítica es necesario estar atentos a una marcada forma de miseria: la pérdida de referencia a los valores espirituales, a Dios. Este vacío hace más difícil el discernimiento del bien y del mal, así como la superación de los intereses personales, con vistas al bien común. Facilitar la adhesión a corrientes de pensamiento de moda, evitando el esfuerzo necesario de reflexión y de crítica. Y muchos jóvenes que buscan un ideal se orientan hacia paraísos artificiales que los destruyen"…Nada más cierto y real que esta situación de miseria, denunciada por el Papa, que acecha a todos, pero de modo especial a las generaciones jóvenes. La pérdida de valores espirituales conduce al vacío existencial, a la trivialización del sexo y de la vida humana, al relativismo moral y al ateismo práctico, refugiándose en el sucedáneo de la droga, el sexo sin compromiso y la violencia destructiva.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.