DADME ALMAS Y LLEVÁOS LO DEMÁS.
Tal fue el lema de la vida del padre y patrono de la juventud pobre y abandonada, San Juan Bosco, fundador de los salesianos, hijas de María Auxiliadora y cooperadores.
Por sus manos pasaron millones. Pudo haber accedido, recién ordenado sacerdote, a uno de los puestos importantes en la curia de Turín. Pudo ser capellán de familias de la nobleza italiana. El rehusó el brillo del dinero, el hacer "carrera" y su bienestar vital. Se dedicó, en cuerpo y alma, a la labor educadora y social con los golfillos de la periferia de Turín. Nunca olvidó la recomendación de su querida "mamá Margarita": "Hijo mío, si algún día te veo rico sacerdote, no pongas más los pies en esta casa". Pobre nació, pobre vivió y pobre murió. Fue reconocido universalmente como uno de los hombres de Dios, que más hizo, él con sus hijos e hijas, por la juventud de la periferia en Italia y en el mundo. Murió el 31 de Enero de 1888. Dejó a todos el lema imborrable de su vida: "Dadme almas y llevaos lo demás". Su vida y ejemplo ha sido y seguirá siendo, referente obligado para cuantos se dedican a la educación de los más pobres en las periferias de las grandes ciudades del mundo.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN