PREPARAR EL FUTURO DEFINITIVO
El mirar cara a cara, sin miedos ni prejuicios, la realidad que a todos los humanos nos aguarda, es una actitud valiente y digna de todo encomio. Para no caer en la improvisación en asunto tan personal e intransferible, te haga unas sencillas reflexiones:
-Solo los santos y pecadores arrepentidos, mirarán la muerte inevitable cara a cara.
-Muerte, juicio, infierno y gloria, ten, cristiano, en tu memoria.
-En el nacer y morir, todos los hombres somos iguales.
-Dios no hizo la muerte, ni se goza en la pérdida de los vivientes.
-Dios nos ha creado para la vida y para la Vida eterna.
-Ningún devoto de la Virgen María, morirá en desgracia de Dios.
-La muerte de los justos es preciosa a los ojos de Dios.
-Ama a Dios de corazón y haz el bien a tu prójimo y no temerás a la muerte.
-Gran verdad: La muerte no es el final de todo, sino el inicio de la verdadera vida.
-La muerte es el paso necesario para encontrarnos con Dios nuestro Padre.
-Vive bien (con el alma limpia) y no temerás nunca a la muerte.
-Nuestro cuerpo es mortal (polvo) y nuestra alma es inmortal (espíritu)
-De nada sirven las riquezas ni grandezas humanas a la hora de la muerte.
-Si vivimos, vivimos para Dios; si morimos, morimos para Dios. En la vida y en la muerte somos de Dios.
-Desde el día que nacemos a la muerte caminamos/. No hay cosa que más se olvide/, ni que más cerca tengamos.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN. D.N.I.
S.Bernardo 101 28015 MADRID