De: isidro g. robles [mailto:arcoirisleon@hotmail.com]
Enviado el: lunes, 01 de octubre de 2012 5:58
Asunto: SE NECESITA MATERIA PRIMA PARA CONSTRUIR UN PAIS
SE NECESITA MATERIA PRIMA PARA CONSTRUIR UN PAIS
No está en un gobierno más o menos decente las soluciones a todos nuestros problemas como Nación. El problema está en nosotros. Nosotros somos como pueblo. Nosotros somos como materia prima de un País.
Porque pertenezco a un país donde la ley es siempre el "más vivo" es la moneda que siempre valoran tanto más que el dólar. Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
Pertenezco a un país donde la mentira, el robo, el adulterio son el primer deporte nacional, que alguno de los tres apartados todo el mundo práctica, sin saber las consecuencias y de cómo salir de ese círculo vicioso, que ya supera los vicios de Sodoma y Gomorra.
Pertenezco a un País donde las licencias de conducir los certificados médicos se pueden "comprar" sin hacer ningún examen. Un país donde la prioridad de paso es para el automovilista y no para el peatón. Un país donde su gente está llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes, mientras más le digo corrupto al presidente mejor soy yo como persona, a pesar que ayer me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.
Pertenezco a un país, que muy pocos cumplen las leyes Divinas, y menos las justas humanas, un país con el 93% de católicos, y abren los negocios los 365 días del año, donde ser madre soltera es lo normal, quizás son ya millones de niños viviendo con su mamá. ¿Qué gobierno puede esto gobernar?
El clero es ingobernable también, pocos obedecen a la cabeza suprema de la Iglesia en este país.
Como "materia prima" tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita.
Esos defectos, esa "filosofía de ser vivito" congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que los gobernantes que nos ha tocado padecer, es lo que nos tiene realmente mal.
La incoherencia entre fe y vida es una lacra que lo contamina todo. Rezamos a Dios pero no puede escuchar en esas condiciones de enemistad a su Gracia Divina, si primero no le sabemos escuchar a Él, para vivir las condiciones que exige ese compromiso de ser auténticos cristianos, cuyos valores se están cambiando exactamente por todos sus contrarios. Las virtudes por las porquerías.
Hoy la puerta ancha del Evangelio va al 99 % de su capacidad, como jamás antes en la historia humana había sucedido, motivo por el cual pende sobre nosotros la espada de Damocles por toda clase de inseguridades y peligros, más el vaso de la ira de Dios que ya está a rebosar sino cambiamos pronto de actitud.
Debemos tomar conciencia de que hay que cambiar de vida. Hay que vivir en la amistad con Dios y procurar crecer en santidad no solo con los sacramentos sino también con oración, penitencia y obras de misericordia.
