lunes, 1 de agosto de 2016

ECLIPSE DE DIOS

ECLIPSE DE DIOS

“¿Dónde está Dios, cuando los inocentes mueren por el terrorismo?”. Tal frase no retórica, sino provocadora, la pronunció Francisco a los jóvenes en el Via crucis del viernes (29/6) en Polonia. Es la reiterada y eterna cuestión que se viene planteando al cristianismo desde sus inicios. Si Dios es infinitamente bueno y misericordioso: ¿Por qué existe el mal en el mundo?. Ríos de tinta derramada y toneladas de papel gastadas para dar respuesta satisfactoria a esta cuestión. Todo inútil. El ser absoluto e infinito en  sí mismo, es inabarcable para la mente humana. O nos asimos a la revelación divina en las S.Escrituras o quedamos en la opacidad completa. El misterio del mal es la razón  para muchos de su ateismo o agnosticismo. No hay vuelta de hoja. O nos fiamos por la fe de la Biblia y glorificamos a Dios en medio de la oscuridad o quedamos ciegos. El dios de Jesús, el dios cristiano, no está ausente del mundo por él creado. Está próximo y cercano a las alegrías, sufrimientos y dudas de sus criaturas. No le vemos, mientras  peregrinamos por la Tierra. Es como el sol eclipsado, que nos deja en la oscuridad más grande. Permanece siempre inmutable, como es. Fuente de luz,  belleza y vida para todo lo que existe. Inútilmente tratamos de mirarlo fijamente. De noche y cuando duermes, sigue ahí, aunque no lo veas.

Cristiano, el sol de Justicia, Jesús, está presente en tu vida y en tu mundo. Aunque no lo veas.Un día, tras tu muerte, lo verás cara a cara. Camina con fe y esperanza hasta el fin.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.

D.N.I. 7576933C

28015 MADRID