sábado, 14 de julio de 2012

UN JOVEN CATÓLICO SE CONFIESA

UN JOVEN CATÓLICO SE CONFIESA

Desde hace tiempo mantengo comunicación por Internet como sacerdote. He recibido un correo de un joven oficinista católico practicante, que por su contenido merece la pena divulgar. Tras recabar su permiso lo doy a conocer.   

"Como ya sabe, el ambiente anticatólico y amoral de mi oficina es sólo un reflejo de la propia sociedad; es lo que te encuentras en la calle. En todos estos años trabajando allí sólo he encontrado una persona religiosa y con cierta rectitud moral, y ni siquiera era un europeo. Es duro decirlo, pero las personas de mi oficina son cualquier cosa menos católicos: homosexuales, ateos, anticlericales, rojos, proabortistas y chicas de moral descuidada, y con ellos no se avanza nada por mucho que se les predicase. La conversión existe y es posible que alguien se convierta, pero en estos días es muy excepcional. Las chicas de mi oficina beben, fuman, son fiesteras y superficiales, algunas llevan tatuajes y no son vírgenes. En resumidas cuentas, chicas no me faltan, lo que me faltan son chicas decentes.". Sin comentarios.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.