Autor: Don
Vengo siguiendo al padre Rivilla desde hace muchos años, especialmente a través de aquel gran diario YA, recordando sus secciones de artículos, que lo consagraron como apologeta católico, como las de "No merece la pena" y "Merece la pena" , cuyas síntesis eran, o son, tener y no ser o pasar por la vida haciendo el bien. Esa faceta de publicista católico la ejerce notablemente en diversos medios de comunicación social. Son de recordar sus "Verdades a medias" (el sí, pero…). Buena parte de su obra está reunida en más de 60 folletos. Ha publicado también casi una docena de libros, cuyos sugerentes títulos podemos ver al final de este trabajo en el cuadro de libros publicados por el padre Rivilla. Todos ellos son siempre para defender valores cristianos, esclareciendo ideas. Su norte en la vida es hacer el bien, "no acostarse una noche sin haber dejado hecha una acción buena por tu prójimo." Y ahora ha dado a la imprenta el libro que aquí vamos a glosar.
Su finalidad no es crematística, solo pretende "ser útil para la reflexión y el bien espiritual de sus amigos", me dice, a lo sumo recuperar gastos, incluso acepta sellos de Correos para los envíos. Por mi parte, yo diría a modo orientativo, 12€ por libro y los folletos, que ya quedan pocos, a uno o dos €. Los pagos se pueden hacer mediante ingreso o transferencia a
Su nuevo libro: CRISTIANOS SIN REPAROS.
Para mí está muy bien conseguido y lleno de actualidad. No acusa ni cansancio, ni el peso o el paso de sus años. Lo que no explica nunca es cómo distribuye su tiempo para atender tantas actividades apostólicas, además de su vida espiritual coherente, a lo que hay que sumar ahora atender el moderno ordenador y su correo electrónico.
Las más de centenar y medio de páginas de esta obra abarcan unos 150 artículos que, a grandes rasgos, exponen las verdades de la fe católica y, dando con el dedo en la llaga, recuerda las que son más olvidadas y las que requieren una gran atención de todos para pasar de "buenas personas a buenos cristianos".
Señala Rivilla que "Dios es el gran ausente" del quehacer de muchos españoles y hasta de la vida oficial del país. En esto aduce el mal sabor que produce la omisión permanente del santo nombre de Dios en el Parlamento, donde "la generalidad de los políticos (…) tratan los temas más serios e importantes, legislando incluso, como si Dios no existiera (…)".
Se abre la obra con artículos dedicados a Jesús, porque hay que "hablar de Cristo oportune et importune"; asímismo pasan por sus páginas Pablo de Tarso, que de perseguidor de Cristo se transformó en gran apóstol suyo muy "arraigado y edificado en Cristo"; San Agustín, con sus frases inmortales;
Otros temas que aborda Cristianos sin reparos: un enunciado breve sería dejar a medias al lector, pues se tratan tantos como los que vemos en la vida diaria; por eso creo que será mejor leer el libro y sacar cada uno las conclusiones que considere.
Ginés Alcaraz Garrido