DE LA EUFORIA AL PESIMISMO
Tras la debacle de la selección española frente a la selección holandesa, los españoles de a pie, en general, hemos pasado de la desaforada euforia del triunfo a la inesperada derrota de la humillación y el pesimismo.
Es aquí donde se conoce por su comportamiento, la valía de un conjunto de hombres de verdad, ante la adversidad. Ni se desmoronan ni se vienen abajo por el "repaso" que nos han dado. Queda mucho mundial por delante y no faltarán ocasiones para demostrar la fuerza del honor y no del dinero ofrecido. Con más humildad y sentido de la propia realidad, tendrán que reaccionar, comprender y demostrar que la gloria y triunfo en lo humano, es siempre algo efímero y que el pasado glorioso, escrito está para siempre, sin posible vuelta atrás.
Buen referente esta derrota para los avatares que nos pueden acaecer en nuestra vida personal, social o nacional. La Palabra de la Sda. Escritura nos alecciona que "quien se ensalza será humillado y quien se humilla será enaltecido". Nada peor puede dañar tanto a una selección como a una colectividad, que el engreimiento y la soberbia de creerse superiores a los demás competidores de un modo permanente e irremplazable.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN.
