¡ALELUYA! ¡ALELUYA!. ¡ESTE ES EL DÍA DEL SEÑOR!.
Con la resurrección de Jesús ha comenzado nuestra Pascua, la Pascua eterna y definitiva. Jesús es nuestra Pascua. Hoy es la fiesta de la luz y de la alegría desbordante. Habría que gritar a todos los hombres, a todo hombre: "Despierta tú que duermes, el Señor resucitó".
Este es el día que actuó el Señor. El día en que se manifestó en todo su esplendor y gloria el poder de nuestro Dios, en su amado Hijo, Jesucristo "rescatado del sepulcro". Nuestra postura y la de toda la Iglesia es "dar gracia al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia".
Con la resurrección de Cristo cobra sentido pleno toda la historia humana. La última palabra de nuestra historia la ha pronunciado Dios: No es el dolor, la injusticia, el fracaso, la muerte, sino la palabra definitiva es "happy End".Frente al mal de este mundo, tenemos asegurado el triunfo final. He aquí porqué la Iglesia nos invita en este día a que, más que nunca, levantemos el corazón y demos gracias a Dios. La cincuentena pascual nos lo recordará en su liturgia a todos los cristianos: Cristo vive y nosotros viviremos con Él. ¡¡Aleluya¡. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
