OBAMA Y CASTRO
Un gesto vale más que mil palabras. La portada de ABC (12/ 4) lo dice "casi" todo. Cuando dos personas se dan la mano y buscan de verdad normalizar su relación de amistad, se miran ambos fijamente a los ojos. No parece ser el caso. La postura de Castro, con su cabeza gacha, mira al suelo, un tanto humillado. Obama erguido, acoge la mano del dictador, con semblante benevolente. En la 3ª del mismo diario, en una de sus dos editoriales, queda todo suficientemente claro y explicitado. Señala sin ambages que Raúl Castro "se ha quedado sin argumentos para seguir justificando la situación de excepcionalidad a la que somete a los ciudadanos cubanos". Está aún por ver, si el encuentro-en principio aplaudido por la generalidad de los medios- se lleva a la realidad de un compromiso exigente, que no admite vuelta atrás, o ha sido un gesto más para la "galerïa" internacional o un oportuno aseo de lavar su cara el presidente Obama, ante el fin de su mandato y la cercanía de las urnas. El paso del tiempo dirá la verdad de lo que puede ser un evento histórico. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.