lunes, 21 de marzo de 2016

LAS COSAS CLARAS

LAS COSAS CLARAS

Paradojas de la vida. Son múltiples las posibilidades que tienen las personas para disfrutar y realizarse en su corta vida. Muchas viven ocupadas en no hacer nada. Su disculpa repetida: “No tengo tiempo para nada”. Otros se     mueven inquietos por llegar a muchos sitios. Semejan acémilas de de noria que caminan con anteojeras, dando vueltas y más vueltas sobre el mismo sitio, sin avanzar un solo paso. Cabría aplicarles aquellos versos del poeta Argensola, que dicen: “Tantas idas y venidas; tantas vueltas y revueltas, quiero, amigo, que me digas:¿Son de alguna utilidad?”. Porque de esto en definitiva se trata. Tantas prisas, tanta agitación, tanto vivir sin vivir. ¿Por qué y para qué?. Quien anda sin rumbo fijo, por muchas vueltas que dé y por mucho tiempo que emplee, nunca llegará a sitio alguno. La escusa más generalizada de la gente, si les propones algo para salir de su rutina, es: “No tengo tiempo”. No hay tiempo para Dios, para orar, para escuchar su Palabra; no hay tiempo para ayudar al próximo necesitado; no hay tiempo para el estudio, lectura  y formación…Sí que lo hay para  lo que apetece y gusta. Perderlo en fruslerías. Gastarlo en evasiones. Disfrutarlo sanamente.

No te lamentes. Vive tu vida como Dios quiere y no te pesará jamás.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

S.Bernardo 101. 28015 MADRID

D.N.I. 7576933C