lunes, 11 de abril de 2016

LA MAYOR CARENCIA DE LA VIDA

LA MAYOR CARENCIA DE LA VIDA

Al hombre actual no le falta de nada, pero carece de lo principal. Esta afirmación podría ser el título de una tesis doctoral, que reflejase el comportamiento y experiencia de muchas personas, que viven instaladas en el primer mundo. En nuestra sociedad consumista, quien tiene riquezas, trabajo y dinero, casi todo lo tiene ya al alcance de su mano, sea cualquier capricho o antojo. Las modas y anuncios de los medios ofrecen atractivos y persuasivos reclamos, para el gusto de  todos los consumidores . Incluso en tiempo de crisis, recortes y austeridad. No hay barreras y se dan amplias facilidades para adquirir casi todo. No obstante esto, se tiene la común experiencia y se constata, que pese a tantos incentivos y reclamos, en general la gente no es más feliz que la de otras épocas o de otros mundos subdesarrollados. ¿Cuál es la causa de esta generalizada

frustración?. Me atrevo a decirlo sin ambages ni rodeos. La gente no es feliz porque no busca ni ha encontrado a Dios, el único bien capaz de satisfacer las apetencias infinitas de amor y felicidad que alberga el corazón humano. Los santos y místicos de la Iglesia católica, un S. Pablo, un S. Agustín, una Sta. Teresa, un S.Juan de la Cruz etc, nos han brindado a los pobres humanos, ahítos de bienes materiales pero hambrientos y sedientos de trascendencia, su propia vida y experiencia. La dejaron plasmada en pocas palabras, como estas: “Nos has hecho,Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti”. ”Dios mío y todas las cosas”.”Quien a Dios tiene, nada le falta”. ”Y descansé, estando ya mi casa sosegada”. “Lo que no es eterno no es nada”. No vale darle más vueltas. O buscamos a Dios para que él nos

llene de su paz, amor y felicidad o nos quedaremos con la mayor carencia de la vida, que es vivir sin Dios.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

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