JUGAR EN POLÍTICA CON LAS PALABRAS
Si el jugar con fuego suele ser peligroso, mucho más, con efectos devastadores, lo es el jugar con el léxico, como hacen algunos políticos. El vocabulario ha de usarse –según la RAE - con prudencia, precisión y exactitud. Lo ambiguo, lo oscuro, el doble sentido, lo políticamente incorrecto etc; pueden ser escollos, en discursos y declaraciones de los líderes políticos que inducen a la confusión de los oyentes. A modo de ejemplo: No es lo mismo tachar al oponente de enemigo que de adversario. Hablar de transversalidad que de federalismo (sin contenido); de reforma que de revolución; de nación que de país o nacionalidad; de secesionismo que de desconexión; de culpa que de error etc.
No estaría de mas que algunos dirigentes políticos, dedicasen su tiempo libre, no en viajes, lujos y francachelas, sino en ponerse en contacto con la gramática y la prosodia para bien de todos.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
D.N.I.
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