FUTURO DE ESPAÑA
España está gravemente enferma. Gran parte de españoles no olvidamos el certero diagnóstico del cardenal Cañizares: "El futuro de España está en la fe, no en la cultura de la nada, del vacío". Con el abandono de la fe y sin la vuelta a sus raíces cristianas, esta gran nación, no tiene futuro. Más claro, agua.
Ningún otro valor para una familia, una sociedad, una nación más integrador que el de
la fe. Frente a las corrientes poderosas y disgregadoras del laicismo avasallador, del y relativismo imperante, de los nacionalismos excluyentes, de los intereses partidistas, de los egoísmos grupales y personales, ningún remedio mejor que el de la fe cristiana. Ésta, cuando es auténtica, siempre compromete y arrastra a la solidaridad, a la unidad, al compartir, a mirar por los más desfavorecidos, a la justicia y tiende a la consecución de metas e ideales comunes.
Los cristianos, aunque personalmente seamos poca cosa, sentimos el orgullo de seguir al líder más grande e indiscutible de la humanidad, Jesucristo. El es el único que tiene palabras de vida eterna y cuya vida, enseñanza y ejemplo, no ha defraudado a nadie.
Si muchos se preguntan qué está pasando con esta noble y gran nación, llamada España, para andar tan desnortada y tan degradada moralmente, la respuesta certera la ha dado monseñor Cañizares:"El futuro de España está en la fe". Sin ella no habrá futuro para nadie. MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN. Alcorcón.