Se puede comprobar en la
En España, a Dios gracias todavía, la inmensa mayoría son buenas y excelentes personas. Son honradas, respetuosas, superando con creces a quienes roban, matan, violan, mienten, calumnian y hacen el mal y están corrompidos.
En una sociedad sana, pacífica, democrática y libre, no basta ser sólo buenas personas, como quienes dicen: "Yo no robo ni mato", quedándose luego tan tranquilos.
No basta no robar ni matar, aunque no sea poco en estos tiempos. Hay que cultivar y tener otros valores que son necesarios para el bien común y la buena marcha de una sociedad de auténtico progreso: El respeto a uno mismo y a los demás, a toda vida humana concebida, a la veracidad, a la fidelidad a la pareja, a la palabra dada, al perdón, al altruismo, al compartir, a la solidaridad con los más necesitados etc. Aún estamos lejos. Esperemos que algún día el bien venza al mal. De cada ciudadano depende se haga realidad