Incomprensible e inadmisible resulta el comprobar en pleno siglo XXI,en una democracia consolidada como la española, con el pleno refrendo de la Ciencia, en un año considerado muy electoral como el presente y en consonancia con el sentir general de los españoles, que no haya un partido con expectativas de gobierno, que no enarbole con decisión la bandera pro vida.
Si es que se está de acuerdo en que el derecho a la vida es el fundamento de todos los demás derechos, cabe preguntarse por qué en el espectro de los demás partidos actuales,no hay ninguno que apueste fuerte por la vida del ser humano desde su concepción a su finitud.
Al PP en sus elecciones andaluzas no le ha sido suficiente airear sus éxitos económicos, pues parte de su electorado le ha vuelto la espalda. Es un aldabonazo de lo que le puede pasar en las Generales, por no defender con coherencia los valores innegociables de la vida cara a sus votantes. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
