ANDRÉ RIEU HAPPY BIRTHDAY.
Como simple aficionado a la buena música, sobre todo clásica, y a espectáculos de grandes masas, me confieso "fan" incondicional del violinista, director de orquesta y compositor neerlandés André Rieu. Me atrevo a calificar sus actuaciones de caso único, arrollador y maravilloso, en la historia de los conciertos multitudinarios, al aire libre. He disfrutado lo indecible, a la vez que quedé muy impactado, durante más de 2 horas de duración con el Concierto por video YouTube de sus 25 años al frente de la orquesta de Jon Straus, para una audiencia multitudinaria, variopinta, internacional, multicultural y multirracial. La mayoría, europea, de clase más bien acomodada, con estrellas con glamour, escogidas, muy guapas ellas y muy artistas. Afirmo que ha sido el triunfo total de la excelencia sobre la mediocridad, lo vulgar y chabacano, tan común a otros eventos populacheros. Una experiencia única e inolvidable y tal vez irrepetible.
Que disculpen los críticos profesionales del ramo, pero el caso es, que me he sentido trasportado a una nueva dimensión,- ¿"extraterrestre"?- al oír, ver e implicarme en tal evento musical. He palpado de qué es capaz el hombre actual, cuando se propone crear y perseguir "la belleza" percibida por sus cinco sentidos. Todo ello, en un ambiente de exquisita educación, alegría incontenible y participación unánime: El director-con su mágico violín como batuta-; los cantantes de toda raza, edad y condición; los coros con voces escogidas; los solistas llegando a lo más profundo del alma de los oyentes etc…. Me embargó la mayor alegría de mi vida el oír cantar por millares de personas "¡¡Qué viva España¡¡". Un nudo en la garganta y unas lágrimas de orgullo y emoción, fue la respuesta a mi sentimiento patrio. Buen remedio a tanto nacionalismo enfermizo. Si a alguien que haya tenido la paciencia de leer esto, le pareciera una exageración, por favor, le pediría que suspenda su juicio, hasta que él pueda ver dicho video completo. Si uno de los canales de TV programase dicho concierto, pienso que arrollaría por el éxito logrado con el máximo índice de audiencia sobre los demás programas. Como fin y remate de las 2 largas horas del concierto terminó éste con una movida de baile generalizado y una exhibición pirotécnica, que iluminó el sitio y alma plena de felicidad de todos los concurrentes. Le auguro al promotor, director y realizador de tal evento el PREMIO NOBEL DE LA PAZ para 2015. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
