CUENTAS CLARAS PARA TODOS.
Ya va siendo hora que la izquierda española abandone sus viejos esquemas y prejuicios anticlericales y que haga un poco de autocrítica pública y democrática de su actuación.
Ya no es de recibo la hueca palabrería, el parcanterismo, la huelga salvaje, las gritonas amenazas, el arremeter contra sentimientos religiosos, erigirse en paladín de derechos humanos, el pregonar a bombo y platillo la excelencia de caducas ideologías, y manejar arteramente la propaganda y demagogia en pro del "progreso y la igualdad". Hoy la gente no se deja embaucar. Exige a los partidos y a la clase política trasparencia, hechos y actuaciones honradas y unión para salir del atolladero en que nos metieron y ahora nos encontramos.
Pues bien, mira por donde, la denostada Iglesia católica ha presentado ante la opinión pública- "con luz y taquígrafos"- su Memoria económica, aguardando que la izquierda acusadora y gritona, haga otro tanto. Que presente el balance de sus cuentas en favor de los más pobres( millones de parados, indigentes y marginados sociales).De lo mucho que ahorra al Estado y de las ayudas a los más pobres de la ciudadanía.
La Iglesia sin privilegios de ningún tipo, sin subvenciones del Estado, merced a la caridad de sus 10 millones de fieles "domingueros", gracias a la cruz que millones de gente buena pone en la declaración de la renta y a donativos caritativos anónimos, atiende en sus comedores y albergues a 4 millones de necesitados y además, ahorra al Estado español 30 millones de euros con su labor social.
Ahora la pregunta que el pueblo español espera de los partidos políticos y de la ejemplar izquierda laicista: ¿Cuándo veremos todos, las cuentas y los millones de euros de la izquierda a favor de la clase obrera, parados, indigentes y necesitados y dónde están los millones que ahorran al Estado español con su labor social?.
Mientras no contesten esta pregunta, la mayoría de los españoles seguiremos pensando y proclamando que "obras son amores y no buenas razones". No lo olviden, cuentas claras SÍ, pero para todos sin excepción.
