LA CALUMNIA Y CARLOS DIVAR
La mayoría de españoles pendientes del futbol y del resultado de "la roja". Una minoría muy politizada, planeando al detalle la caza de un hombre. Es la 4ª autoridad del Estado. Carlos Divar, presidente del Tribunal Supremo del Poder Judicial.
Todo muy bien pensado y ejecutado con precisión y minuciosidad. Elección de la pieza, acoso, derribo, muerte moral y desaparición de la escena política. Arma usada: la peor, más dañina y traicionera de todas: la calumnia.
Si hay alguien interesado en conocer la trama de "una muerte anunciada", no deje de leer al director de Hispanidad Digital, Eulogio López. Con pelos y señales se informará de todo. Con buen sentido común, entenderá lo que está pasando en esta corrompida y corruptora democracia española. Si llegan al final, sentirán asco y nauseas vomitivas.
Antes de entrar en detalles escabrosos, como sacerdote católico y hermano en la fe de D.Carlos, dejo constancia, por si alguno lo ignora, de lo que es la calumnia. Según el DRAE es " la acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño". Según De.: "Delito perseguible a instancias de parte, consistente en la imputación falsa de un delito perseguible de oficio". A cualquier persona de bien y más a un cristiano, es uno de los peores males que le pueden acaecer en la vida. Peor que el robo de sus bienes, de su hacienda, el secuestro de los suyos e incluso de su muerte física.
Una calumnia destroza la vida de cualquier persona y lo más triste, es que nada se puede dar a cambio para recuperar la fama y el buen nombre que lenguas viperinas te quitan.
Según la sana doctrina, es pecado mortal, impide la comunión. No basta confesarse para que se perdone; se debe hacer lo imposible- (¿recoger leche derramada?) por restituir la fama a quien se le ha quitado. Peca mortalmente igual, quien difunde la calumnia en público o en privado. En el más allá se pagará "hasta el último céntimo" de este pecado
Sería interminable citar la multitud de casos que por una vil calumnia se ha logró matar física o moralmente a personas inocentes.
La persona o medio, ( escrito, oral o visual), que difunde maliciosamente una calumnia, se hace responsable del mal causado y tendrá que pagarlo en esta vida o en la otra conforme a la ley civil o a la Ley de Dios, con el máximo rigor.
A Carlos Divar se le ha calumniado de ser homosexual y gastarse 23.000 euros en viajes a Marbella para refocilarse con su pareja, su propio guardaespaldas. El acusador no otro que su oponente político el juez Gómez Benitez. (Continuará)
