lunes, 11 de junio de 2012

DE BOCA A BOCA

DE  BOCA  A  BOCA

Sí, hombre, sí. No lo dudes. Es cierto que "hace más el que quiere que el que puede". Hace más de 20 siglos, unos pobres hombres, sin medios materiales, sin cultura, sin dinero y solo  con lo puesto, recibieron el mandato de Cristo: "Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio a toda criatura.." Carecían de teléfonos fijos y móviles, de  radio, de televisión, de megafonía, de Internet..etc; pero tenían un corazón grande, lleno de fe y de amor de Dios y un deseo irrefrenable de dar a conocer a Jesucristo, que para ellos era lo primordial y esencial de sus vidas. Y lograron el milagro. Como mancha de aceite se fue extendiendo el cristianismo, fundando comunidades por doquier y bautizando a millares de cristianos a la Buena Nueva del Evangelio. Primero dentro y fuera de Jerusalen, por todo el territorio griego-pagano, hasta los últimos confines del mundo de entonces. He aquí el comienzo de todo: Un puñado de hombres convertidos de verdad en testigos de Cristo resucitado, sin más medios que la ayuda del E.Santo, su celo apostólico, el ejemplo de los apóstoles y la valentía de los mártires, lograron lo que parecía imposible. Hacer realidad la Iglesia de Cristo, convertir a los paganos y transformar la sociedad de su tiempo.

Gracias a ellos y a sus seguidores, tú y yo junto con los millones de quienes nos llamamos y sentimos cristianos-católicos conocemos a Cristo, hoy formamos parte de su comunidad por el bautismo y con el esfuerzo de tantos hermanos en la fe, la semilla ha germinado, la levadura ha transformado la masa, y el grano de mostaza se ha extendido por todo el mundo, merced a cristianos que han sido la luz y la sal de la tierra.

Una reflexión:Tú lector, tienes la misma fe que los apóstoles, la misma valentía que los millares de hermanos mártires, el mismo amor que millones de confesores, y santas vírgenes…No necesitas prensa, radio, tele, Internet-hay otros hermanos en estos medios- pero tienes una boca y un corazón lleno de amor como los primeros cristianos. Te pregunto: ¿Necesitas algo más para ser verdadero testigo de Cristo, como lo fueron los cristianos de los primeros siglos?. Tu respuesta dísela a Jesús muerto y resucitado.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

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