miércoles, 5 de diciembre de 2012

HIMNO AL AMOR CRISTIANO AUTÉNTICO

HIMNO AL AMOR CRISTIANO AUTÉNTICO

 

La página más usada, conocida y escogida por los novios que vienen a casarse por la Iglesia en la celebración de su boda, es sin duda, el capítulo 13 (1-14) de la 1ª Epístola del apóstol S. Pablo a los fieles de Corinto. Es un canto o himno sublime al amor, de una belleza literaria inigualable y de un contenido teológico que pasa muchas veces desapercibido para los mismos contrayentes. Al traducir a lenguas vernáculas la Sda. Escritura y con el mejor fin de hacerla asequible e inteligible a los fieles no iniciados en el conocimiento y léxico de la Palabra de Dios, se ha traducido sin más la palabra "CARIDAD" por la palabra "AMOR". No es que esté mal, pero el amor humano no es idéntico a la caridad o amor divino=virtud teologal. El amor humano, aunque noble, no deja de ser un sentimiento humano, sujeto a las veleidades del tiempo, de los avatares de la vida y de la voluntad de las personas. Piensan que su amor sentimental, físico o  atracción sexual es el no va más. No es cierto. El amor humano ha de perfeccionarse e  identificarse con el amor divino que es una GRACIA DE DIOS, infundida en el alma y que se llama CARIDAD.

Lo importante pues, al celebrar una boda por la Iglesia y para que sea plena de sentido cristiano, la actitud de los novios no es tanto su amor sentimiento, como su caridad o gracia de Dios.

Hermosa tarea la que aguarda a los agentes o catequistas de novios y a los mismos sacerdotes que presiden dichas bodas por la Iglesia. Muy importante es la confesión de los novios, previa a su boda para celebrarla en caridad.

A continuación presento una auténtica traducción, no traición de dicha epístola paulina:   

 

1 "Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
2 Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.
3 Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
4 La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe;
5 es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal;
6 no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
7 Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
8 La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia.
9 Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía.
10 Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.
12 Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.
13 Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad".

 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

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