jueves, 3 de septiembre de 2015

INOLVIDABLE CANELO

INOLVIDABLE CANELO

En un medio radiofónico, Cope, hace tiempo se divulgó la noticia que se cumplían años   de la muerte de Canelo, un perro que estuvo esperando,  tiempo indefinido y quieto,   a su amo, ingresado en un hospital de Cádiz.  Su dueño nunca salió y el fiel Canelo no se movió de la puerta,  esperando su salida. Fue cuidado por una buena persona que lo alimentó  muchos años hasta su muerte. Muy grato recuerdo dejó en la gente gaditana, sabedora de este proceder de un irracional.

A pocas personas dejará indiferente este comportamiento de un perro como Canelo, y si además se compara con actitudes de los racionales. Es para llevarse ambas manos a la cabeza conocer tanto proceder violento, egoísta, ingrato, injusto y criminal de muchas personas.   Al saber el desamor, infidelidad, trato vejatorio y violencia de género, de unos humanos para con otros- sin excluir abortos, muertes contra familiares de idéntica etnia, lengua, patria  o religión - dan ganas de gritar con el viejo cantautor aquello de “yo deseo ser como los animales” a quienes llamamos  irracionales.  Que el amor de  Jesús, muerto en la cruz por todos los humanos sin exclusión, nos haga recapacitar en nuestros comportamientos hacia “el próximo”.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.