LA SANGRE DE SAN GENARO SIN LICUARSE
La sangre del glorioso mártir S. Genaro, que se conserva en un precioso relicario en la catedral de Nápoles, se viene licuando “inexplicablemente” desde fechas pretéritas, como una señal clara de eventos futuros -buenos o malos- para Nápoles, Italia y el mundo. Se ha constatado que las veces que no se licuó en las fechas esperadas, como la de su martirio, era señal de desgracias y calamidades. En diciembre del 16 no se licuó.
Mons. Vincenzo de Gregorio, encargado de las reliquias de la catedral, ha dicho al no licuarse este año, que “no se piense en calamidades”. La verdad es, que el hecho de la no licuación de la sangre del santo mártir, nunca ha sido signo de bendiciones ni para Nápoles ni para Italia, ni para nadie. Basta una mirada al mundo cualquier día.
Quizás sea una señal más, de las anunciadas en el Ev. de S. Mt sobre el final de los tiempos. La prudencia aconseja a creyentes y no creyentes, la CONVERSIÓN y la vuelta a Dios, al finalizar el Jubileo de la divina misericordia. El Señor Jesús, como reza el Credo “vendrá a juzgar a vivos y muertos-( vendrá a regir la tierra con justicia y rectitud )- y su Reino no tendrá fin”. La Iglesia proclama en su liturgia: “Cuando veáis estas señales: Levantad la cabeza, se acerca vuestra liberación". Dicho está TODO.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
D.N.I
