sábado, 10 de diciembre de 2016

LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE ESPESO

 LAS COSAS  CLARAS  Y  EL CHOCOLATE  ESPESO.

El absentismo de la práctica religiosa, en gran parte de la juventud española, es una realidad actual dentro y fuera de la Iglesia católica- salvo notables excepciones de minorías.  Es algo constatable para cualquier reflexivo observador . Concretamente  la asistencia a la misa dominical y la práctica de los sacramentos de la confesión y de la  comunión, está  bajo mínimos. ¡No solo entre jóvenes¡ . Resulta que ésta mal llamada “crisis religiosa juvenil” atañe al núcleo duro de la fe católica. Preocupa mucho sa padres, educadores, religiosos, laicos, pastores y Jerarquía eclesial.

 

Muchas son las causas de tal absentismo. Me atrevo, como viejo cura de pueblo, a echar mi cuarto a espadas, en esta partida de común desconcierto. Se trata de coger al toro por los cuernos, no esconder la realidad bajo el ala y llamar a las cosas por su nombre, en esta sociedad permisiva y pagana.

 

Hoy priva en casi todas partes, la llamada revolución sexual. No existe el bien ni el mal. Todo es opinable. Si a uno le mola y busca el placer sexual, solo o acompañado, eso es un bien para él y tonto si no lo hace. En casi todos los medios audiovisuales, escritos y culturales, se oye, se lee, se escribe, sobre la libertad sexual. Es un derecho humano. Se han cambiado los nombres –(lenguaje políticamente correcto)- para así poder cambiar la realidad y así buscar una sociedad más justa, libre, igualitaria  y feliz.

 

Las iglesias se van quedando vacías, por que aún hay curas,  que hablan de los mandamientos de la Ley de Dios, del pecado, del demonio y del infierno…Y todo esto en el siglo 21, cuando se está casi llegando a  Marte y se han aceptado los Derechos Humanos para toda la humanidad.

 

Se da por hecho que casi todos los bautizados son cristianos, aunque vivan como paganos o al margen de los mandamientos de la Ley de Dios. ¡Qué inmenso error¡. Se da una llamativa incoherencia al respecto. Frente a la enseñanza de Jesús, del Evangelio, de la Tradición apostólica y del Magisterio oficial de la única Iglesia de Jesucristo.

 

Un solo ejemplo cuyas consecuencias graves, repercuten en los comportamientos éticos y morales de la vida del verdadero cristiano. Un seglar amigo me comentaba el anuncio que había visto en la red de redes, en  Internet: “Mastúrbate, cinco o seis veces por semana, que es lo mejor para evitar el cáncer de próstata”. No es esto lo más zafio, vulgar y grosero de cuanto se publica en las redes sociales. Los abortos, la infidelidad, el adulterio, las violaciones, la pornografía, la pedofilia, la práctica de la homosexualidad, las relaciones prematrimoniales etc.., están a la orden del día. Todo contribuye a una sociedad corrompida, donde los valores más importantes, el sentido trascendente de la vida, se han trastocado por el ansia de dinero, el sexo sin compromiso y el famoseo…

 

Los primeros cristianos se encontraron en su ambiente greco-romano con iguales o peores comportamientos inmorales de la sociedad de su tiempo, pero sin medios especiales más que su palabra, su ejemplo y el amor de Dios en sus almas, lograron cambiar esa sociedad paganas y materialista . ¿Nos sentimos responsables de esta actual  situación en España?.

Termino con una frase a meditar: “A Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos”.

 

 MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

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