CRISTIANISMO HOY
No es una postura correcta para un católico el desconocimiento, ignorancia o desinformación acerca de la realidad global que atraviesa hoy día la religión cristiana. Me parece prestar un servicio adecuado el saber el devenir de nuestra fe cristiana en el mundo del siglo XXI. Quizás algunos prefieran los tiempos pasados del triunfalismo cristiano. Es agua pasada y para los conductores no es bueno mirar el retrovisor. Del prestigioso medio digital "Foros de la Virgen María" (8/ 03/ 14 ) copio literalmente unos pocos datos que dejo a la consideración del lector:
"En Irak, Siria, Egipto, Etiopía y Nigeria, los cristianos enfrentan la persecución y los pogromos. En Arabia Saudita y Afganistán, la conversión es una ofensa capital. En un siglo, dos tercios de todos los cristianos han desaparecido del mundo islámico.
En China, el cristianismo es visto como una ideología subversiva de Occidente para socavar el régimen.
Mientras en Europa, hace un siglo, los soldados británicos y alemanes salieron de las trincheras para reunirse en tierra de nadie para cantar villancicos de Navidad e intercambiar regalos.
Pero desde entonces, todos los imperios occidentales han desaparecido. Todos sus ejércitos y armadas se están desvaneciendo. Todos han perdido la fe cristiana. Todos han visto cómo sus tasas de natalidad caen en picada. Todas sus naciones están envejecidas, disminuyendo y muriendo, y todos son testigos de las invasiones de los pueblos antes sometidos.Y en Estados Unidos, también se ve la disminución del cristianismo.
La purga sistemática de las enseñanzas cristianas y símbolos en las escuelas públicas y la plaza pública ha producido un crecimiento de la población – el 20 por ciento en la nación y el 30 por ciento en los jóvenes – que responde "no" cuando se le pregunta acerca de sus creencias religiosas y afiliaciones". Tal es el panorama actual que lejos de llevarnos al pesimismo, nos debería espolear a cuantos somos cristianos. En casi todas partes perdemos batallas, pero la victoria final la tenemos asegurada. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
