IDEAS FALSAS
Es falso de toda falsedad atribuir a la Iglesia católica el querer imponer su moral o comportamiento ético a la gente a quien dirige su mensaje. La Iglesia católica no impone a nadie ni su enseñanza moral, ni sus dogmas. Se limita a proponer en libertad lo que ella siempre, en todo tiempo y lugar, ha creído y enseñado. Los que deciden pertenecer a la comunidad eclesial, lo hacen con entera responsabilidad y libertad.
Ahora bien, resulta muy difícil entender y muchísimo más cambiar un "modus vivendi" que implica una conversión radical de la vida, SIN UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESUCRISTO.
Ser cristiano no es cumplir unas normas morales, ni hacer unas prácticas externas, sino seguir a una persona, Jesús, que nos interpela a cada uno con la pregunta que dirigió a sus discípulos: "¿Y vosotros y tú- quién decís que soy yo?". Solo quien confiese con los labios y con el corazón : "Tu eres el Hijo de Dios, el Salvador de los hombres" podrá cambiar su vida con su gracia, para tratar de identificarse con él.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.