FRANCISCO Y LA CURIA VATICANA
El discurso o sermón que con ocasión de la felicitación navideña ha dirigido el Papa Francisco a la Curia, ha sido histórico. De los que marcan un hito, un antes y un después. Inesperado, sorpresivo e inaudito ( no oído nunca en boca de un papa ) y más claro que el agua clara. Sin eufemismos ni andarse por las ramas, será inolvidable para los cardenales, obispos, sacerdotes, curiales y empleados. Puso su dedo en la llaga del estamento curial. Señaló 15 enfermedades que aquejan a la denostada Curia, con su estilo inconfundible: "Fortiter in re et suaviter in modo". Ha hechon mella en los 2000 empleados, ganando su adhesión y pidiendo perdón por sus propios fallos y pecados. Le despidieron con estruendoso aplauso. Si lo leyeran los líderes mundiales, los poderosos y políticos, tendrían el mejor referente para su labor de gobierno. Es de esperar que los cambios necesarios en este importante organismo eclesial, no tarden en notarse para bien de la Iglesia católica y de muchas de las naciones. Mi recomendación, como con los buenos eventos, que no se lo pierdan los lectores inteligentes.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.