POR Y CON MARÍA VENDRÁ LA UNIÓN DE LOS CRISTIANOS
El ecumenismo es hoy la asignatura pendiente de la Iglesia católica. Así lo ha entendido el papa Francisco. Su encuentro y abrazo con el patriarca de Constantinopla, es un paso significativo en la buena dirección, aunque quede un largo camino por recorrer a todas las "iglesias" cristianas.
Lo mismo que en una familia, si falta la madre o se prescinde de ella, en los conflictos entre los hermanos, la situación se deteriora y tensa; y por el contrario, la intervención de la madre allana las dificultades; así pasa en la Iglesia de Cristo, la gran familia de hijos de Dios. Damos una triste impresión de orfandad, porque no contamos con la madre de todos. A veces se la da de lado, se la arrincona, no se recurre a su valimiento y hasta, según algunos, parece ser un obstáculo para la unión, siendo todo lo contrario. En el plan redentor de Dios, María ha ocupado y debe ocupar hoy, por voluntad divina, un puesto central. Tanto en la encarnación del Hijo de Dios, como en la redención, Dios contó con María para salvarnos. El camino de retorno pasará necesariamente por María. Por su presencia, mediación e intercesión, nos llegó la salvación a todos. La humanidad no podrá encontrar otro camino de salvación que el de Cristo a través de María. Bien están los esfuerzos en busca de la unión: Estudios, congresos, simposios, semanas de oración, gestos de mutua colaboración etc, presididos siempre por el amor y devoción auténtica a María. Ella nos llevará de la mano a Jesús. Sólo así se hará realidad el deseo de "un solo rebaño y un solo pastor". MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.
