miércoles, 29 de agosto de 2012

NO PODEMOS CAMINAR CON HAMBRE BAJO EL SOL

NO PODEMOS CAMINAR CON HAMBRE BAJO EL SOL

Pocos cantos litúrgicos tan expresivos y de contenido tan real, como el cantado por los participantes en la eucaristía, cuya letra dice: "No podemos caminar con hambre bajo el sol. Da nos siempre el mismo pan, tu cuerpo y sangre, Señor". En efecto; la vida se mire como se mire, es una marcha, una caminata, una peregrinación para todos, desde el  nacimiento a la muerte. Todos los humanos, incluyendo todos los cristianos, sufrimos el hambre y la sed; sin contar las duras pruebas, tentaciones y tribulaciones de todo tipo de la marcha por el desierto, antes de arribar a la meta del cielo. ¡Ay de aquél, que como el profeta Elías, se encuentra solo, desfallecido y a punto de morir, sin un providencial alimento del cielo¡. Su suerte está echada y morirá sin remedio.

Decimos que la vida es corta. Sí, pero para muchos, se hace larga y pesadísima,  ante el reto de salir airoso de tantas pruebas a superar. Absolutamente todos, necesitamos el auxilio del cielo para ello. Ya lo previno el Señor Jesús, cuando nos dejó dicho: "Sin Mí, no podéis hacer nada".¿Quién no ha experimentado, en algún momento de su vida, la necesidad del pan del cielo, de la comunión, del cuerpo y la sangre del Señor, para surgir, levantarse, y seguir adelante, superando los momentos de desesperanza, que amenazan su periplo vital?. No se trata de vacua palabrería, sino de experimentar la  realidad. No lo olvides, caminante, tienes a tu alcance el pan de vida eterna, que te fortalecerá hasta tu meta definitiva. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.     

 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

Apartado 108

28921 Alcorcón

DNI 7576933C

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