TU REALIZACIÓN COMO PERSONA
Nadie ignora que los humanos no somos solo
cuerpo, sino alma y espíritu. Ambos hay que cuidarlos
sí, pero preferentemente el espíritu. El cuerpo que es
material, se deteriora imparablemente, se va poco a poco
desmoronando; pero el alma, que es espiritual se ha de
fortalecer. ¡Cuántos cuidados para el cuerpo y qué
pocos para el alma¡. Al igual que el cuerpo, el alma
necesita su alimento, que no es otro que la Palabra de
Dios y los sacramentos, instituidos por Jesús. Quien
solo se preocupa del cuerpo, no llega a realizarse
como persona. Hay que buscar el equilibrio en esto
como en otras cosas.
Ahora bien, el alma como el cuerpo crece, enferma o
se fortalece, según la atención que cada uno le presta.
En el plano corporal muchos toman a diario, recetado por
su médico, varias píldoras en las que está condensada
toda la alimentación preventiva, curativa o paliativa que
el cuerpo precisa.
Tu alma, necesita también que la cuides, la fortalezcas, la
alimentes y la vitalices por ser la parte más importante
de ti mismo. La oración y los sacramentos son el alimento
primordial para ello. Jesucristo ha previsto este necesario
alimento para tu bien y realización. De ti depende.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN. D.N.I
1