jueves, 3 de mayo de 2012

EL MAL QUE DIOS MANDA

 

EL  MAL QUE DIOS MANDA

Hay en el lenguaje coloquial de la calle frases o expresiones  que la gente corriente, sin malicia e  inconscientemente dice y repite y que son incorrectas e inapropiadas en boca de un verdadero cristiano bien formado. Se trata de atribuir a Dios la autoria de un mal, desgracia, enfermedad, tribulación e incluso muertes que suceden en la vida presente.

El decir, por ejemplo ante un cáncer, lesión, muerte o enfermedad: " Dios me lo ha mandado " no es justo, cristiano ni verdadero. Hay que decir " Dios lo ha permitido para mi bien, aunque no llego a comprenderlo". Todo por una  razón. El Dios cristiano que nos reveló su Hijo Jesucristo, no es un dios o juez justiciero, que reparte gracias o desgracias aquí abajo –(mentalidad semita o judía según el libro de Job)-  por el bien o el mal que vamos haciendo en la tierra. Cosa distinta es la enseñanza del N.T. En el más allá "cada uno será juzgado y retribuido según sus obras", según la justicia y sabiduría infinitas de Dios.    

El verdadero concepto del Dios cristiano es que Él es la bondad y el bien infinitos. La fuente y origen de todo bien. Nada absolutamente malo procede de él. La auténtica imagen de Dios  la dio Jesús enseñándonos a llamarle "Padre nuestro". También Jesús corrigió la idea y mentalidad judías de que lo que nos sucede de bien o mal en esta vida es por los pecados o por las buenas obras propias o de  antepasados –recordad las palabras  de Jesús en el milagro del ciego de nacimiento: "Ni éste pecó, ni sus padres para nacer ciego, sino para que en él se manifieste la gloria de Dios". 

En el año de la Fe, todos los responsables de la transmisión de la fe recibida (sacerdotes, padres, catequistas etc) debemos esforzarnos por dar siempre una imagen correcta del Dios cristiano y corregir aquellas no conformes ni a la tradición ni al magisterio de la Iglesia católica.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN.