martes, 1 de mayo de 2012

RV: ESCUELA PARA PADRES La impunidad y la inmunidad dentro de la familia

Merece la pena leerlo, conservarlo y difundirlo entre padres o futuros padres
 

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN

Apartado 108

28921 Alcorcón

DNI 7576933C

http://miriv.blogspot.com/

 


De: Manuel Escribano [mailto:mee899@hotmail.com]
Enviado el: martes, 01 de mayo de 2012 19:08
Para: mirivmiguel@gmail.com
Asunto: FW: ESCUELA PARA PADRES La impunidad y la inmunidad dentro de la familia


 

From: arcoirisleon@hotmail.com
Subject: ESCUELA PARA PADRES La impunidad y la inmunidad dentro de la familia
Date: Mon, 30 Apr 2012 18:09:41 -0500


ESCUELA PARA PADRES

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Publicado el 30 de Abril del 2012

La impunidad y la inmunidad dentro de la familia

  • 11 Situaciones relacionadas con la impunidad en la familia
  • 18 Situaciones relacionadas con la inmunidad en la familia
2,250 Palabras. Tiempo de lectura 8:00 minutos
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La impunidad y la inmunidad, con sus distintas características y grados, no es solamente un privilegio, que se han adueñado las monarquías, los políticos, los diplomáticos, los militares, los policías, los millonarios, algunas empresas y gremios profesionales, las antiguas y actuales dictaduras, etc. Está incrustada dentro de muchas familias, en la educación de los hijos y en el comportamiento de los padres.
En muchos casos la impunidad y la inmunidad, están tan mezcladas y unidas, que aunque sean distintos conceptos, la raya que las separa es tan fina, que prácticamente es imposible de definir. En la mayoría de las ocasiones, donde hay una, hay otra. Ni los padres ni los hijos, pueden tener impunidad ni inmunidad. No tienen patente de corso, ni son la policía del pensamiento familiar. Tienen que desaparecer esas frases violentas: "Lo que yo digo está bien o mal, según yo crea" (padres). "O estáis con lo que yo digo o hago o estáis contra mí" (hijos). La inmunidad es la antítesis de la justicia, la cual debe ser simple, clara e inmediata, pero compatible con la caridad y la piedad.
En la familia no hay "ombudsman" que pueda defender a los ofendidos, por la impunidad o la inmunidad que tienen, otros hermanos o los padres, pues suelen ser impuestas por los padres y aceptada, graciosa u obligatoriamente, por toda la familia.
Cuando los padres o algunos hijos, tienen impunidad sobre las obligaciones y sus consecuencias familiares, producen sobre los demás, queriéndolo o sin querer, actos de humillación, desprecio, ignominia, vergüenza, burla, agravio comparativo, etc.
Impunidad es la falta de castigo, ante una falta o delito, esporádico o continuado. En educación familiar, es una infracción de los padres, algunas veces grave según los motivos, de las obligaciones que tienen de investigar las faltas, educar a los hijos, adoptar las medidas para que no vuelva a ocurrir y en su caso, poner y hacer cumplir los castigos o correctivos proporcionales, a las infracciones cometidas. También tienen obligación de, a sus hijos, hacerles reparar los daños que hayan producido o en su caso repararlo, ellos mismos. Los padres no pueden dejar una falta impune, pues acostumbran a los hijos, a eludir las responsabilidades adquiridas, si saben que todo va a quedar impune y sin castigo y reparación, por lo que no tendrán ningún miedo o impedimento en repetirlo.
11 Situaciones relacionadas con la impunidad en la familia:
1.      Cuando en la casa faltan cosas de valor, que presumiblemente "se han perdido" y luego aparecen en las casas de empeño o en manos de los narcotraficantes y nadie dice nada.
2.      Cuando los hijos actúan y se visten, en franco enfrentamiento con sus padres.
3.      Cuando los hijos desobedecen o faltan al respeto continuamente a los padres, maestros o personas mayores en edad, dignidad y gobierno.
4.      Cuando los hijos o los padres, llegan tarde a la noche o no llegan.
5.      Cuando los hijos o los padres, no quieren explicar donde han estado y se supone que, ha sido con malas compañías.
6.      Cuando los hijos o los padres, se comprometen sin permiso familiar, en gastos no autorizados, multas, etc. que obligatoriamente tiene que pagar la familia.
7.      Cuando los hijos se pelean, constantemente con sus hermanos, o practican el "bullying" con sus compañeros.
8.      Cuando los hijos sistemáticamente, suspenden los exámenes escolares, y no les pasa nada.
9.      Cuando los padres ceden, de sus obligaciones irrenunciables de educar a los hijos y nadie les pide responsabilidades, ni sufren las consecuencias, por lo que han hecho o por lo que han dejado de hacer.
10.   Cuando los padres dan instrucciones a los maestros, para que a sus hijos no les castiguen, por ninguna faltan que cometan.
11.   Cuando los padres hacen "la vista gorda", fingiendo que no han visto nada, o toleran que un tipo de pequeñas faltas se conviertan, poco a poco, en algo más grave, por lo que va creciendo irreversiblemente la impunidad.
Si los hijos se acostumbran a que, "hagan lo que hagan, aquí no pasa nada" los padres les estarán educando a favor de la impunidad. Después no se podrán quejar, cuando sientan las consecuencias de la impunidad, ejercida por otros. Hay familias que tradicionalmente, han concedido a sus hijos la total impunidad en sus actuaciones. No les quieren corregir porque tienen miedo, según les han dicho, a que  si les llevan la contraria, sus hijos se frustren y pierdan su autoestima.
Cuando los padres consienten y fomentan la impunidad en sus hijos, pierden su derecho y obligación irrenunciable a educarlos. Se resquebraja el concepto de leyes, escritas o habladas, que debe haber en una familia, y aparecen los mecenazgos de los padres, casi siempre sin ningún sentido, dando o quitando cuando quieren, y lo que quieren. Se producen tratamientos especiales, a cada hijo o cada situación, sin ningún orden ni concierto, solamente en función del capricho de los progenitores.
Inmunidad es el privilegio o prerrogativa, de estar exento de ciertos deberes, obligaciones y responsabilidades familiares. Suele estar adquirida por la fuerza, por la costumbre tradicional o por la concesión voluntaria, incluso algunas veces sin pedirla. Los padres, por mucha inmunidad que hayan conseguido ellos o les hayan concedido, no pueden tener el monopolio de las irresponsabilidades familiares, y trasladarla a sus hijos.
18 Situaciones relacionadas con la inmunidad en la familia:
1.      Cuando alguno de los cónyuges o los dos, retienen para su uso personal, dinero de sus ingresos sin entregarlo al fondo común familiar.
2.      Cuando alguno de los cónyuges o los dos, tienen una doble vida matrimonial secreta o pública, y no sufren las consecuencias de sus actos.
3.      Cuando dentro de la familia las mentiras, los engaños y la falta de ética, son monedas corrientes, y los padres e hijos se sienten inmunes, a las consecuencias y castigos de sus actuaciones.
4.      Cuando el dinero de la familia, tapa todas las malas acciones de los padres e hijos, y sus correspondientes responsabilidades, produciendo inmadurez en sus actuaciones e invulnerabilidad, ante los compromisos, deudas y obligaciones. Son las personas que la inmunidad les hace sentir "más allá del bien y del mal", tengan la edad que tengan y hayan hecho, lo que hayan hecho.
5.      Cuando en la familia hay culpables sin castigo y castigo sin culpables, producto de la inmunidad o de la impunidad. Eso es una situación impredecible de consecuencias y de suerte aleatoria.
6.      Cuando la familia entera o alguien en particular, es tan violento, que nadie se atreve a poner reglas de convivencia, por lo que todos, son inmunes a todo lo que sea orden familiar.
7.      Cuando las personas que tienen que imponer las normas, y exigir que se cumplan, ellas mismas no las cumplen.
8.      Cuando los castigos y premios, son selectivos o desproporcionados, según las personas que los hayan hecho.
9.      Cuando los hijos deciden convertirse en NiNi y consiguen de sus padres, quedar inmunes de las reglas universales, pues no quieren, ni estudiar ni trabajar.
10.   Cuando los padres conceden la inmunidad a alguno de los hijos, aunque violen las condiciones de la convivencia familiar, debido a que quieren regirse por sus propias normas
11.   Cuando no hay o no se han dicho, reglas de comportamiento claras, concretas y ciertas, por lo que no se pueden aplicar, ni exigir su cumplimiento.
12.   Cuando no se puede decir, ni mandar hacer nada a un hijo, que proviene de un matrimonio o relación anterior, debido a que es demasiado protegido, por uno de los cónyuges.
13.   Cuando por miedo a la violencia física o emocional, a las represalias y castigos, se otorga involuntariamente la inmunidad.
14.   Cuando se exime de todas las obligaciones, a un miembro de la familia, porque es el proveedor económico y se teme a sus represalias.
15.   Cuando se tiene que conceder la inmunidad, obligatoriamente, por su situación jerárquica o económica, a los padrastros, hijastros o hermanastros.
16.   Cuando se tienen preferencias o diferencias injustificadas, hacia algún familiar, relacionadas con el dinero, el  trato, la edad o la llegada a la familia.
17.   Cuando sin ningún motivo importante, se exime a algún miembro de la familia, de los quehaceres y obligaciones familiares, solamente por su sexo, edad, carácter u otras condiciones irrelevantes.
18.   Cuando todo se evalúa únicamente, con el criterio de la productividad y la eficiencia, y se piensa que conviene conceder la inmunidad, a alguno de los familiares.
Cuando los padres tienen inmunidad o la conceden a alguno de sus hijos, comparativamente a los demás, les están humillando, ultrajando, abusando y sobre todo produciendo injusticia, iniquidad, arbitrariedad, maldad, etc.
Los padres no deben tener privilegios, que les produzcan inmunidad familiar, sobre sus actos. Tienen la autoridad que les confiere su cargo de padres, pero también tienen la responsabilidad irrenunciable de ejercerlo. Los hijos les deben un gran respeto, pero el hecho de tener respeto a los padres, a estos no les confiere el derecho, a estar inmunes a las consecuencias de sus acciones familiares. Los padres se deben a su familia y por lo tanto, a ella le tendrán que dar tarde o temprano, cuentas claras, muy claras de lo que hagan o dejen de hacer. No vale alegar: Como somos los padres hacemos lo que queremos, pues nos hemos auto concedido la inmunidad total.
Los hijos se dan cuenta, inmediatamente, cuando existe la inmunidad para los padres o para algún miembro de la familia, por lo que también ellos, van a querer tener inmunidad para todos sus actos, si es que los demás la tienen. Ya no son épocas de vencer, sino de convencer y en todo caso negociar, pero nunca discutir o reñir acaloradamente. Ya no se puede decir: Esto lo haces porque soy tu padre. Si los padres o los hijos tienen inmunidad de hacer o no hacer determinadas cosas, la familia irá al traste.
La autoridad de los padres y los derechos y obligaciones de los hijos, no deben quedar anulados o supeditados, por la inmunidad que haya en la familia, por mucha costumbre que exista de tenerla. Las solidad reglas de convivencia familiar, todos las tienen que respetar, pues tranquilizan, moderan, ordenan y protegen a la familia. Así todos saben a qué atenerse, para evitar las injusticias, abandonos y separaciones.
No debe haber inmunidad para nadie en la familia. Las reglas de comportamiento, los castigos y los premios, deben ser muy claros. Los hijos deben saber, desde que son muy pequeños, que "A toda acción, corresponde una reacción", "El que la hace, la paga". Así se irán acostumbrando, a ser responsables de sus acciones. No habrá esa sensación de que, se pueden hacer mal las cosas o no cumplir las reglas, porque se tiene inmunidad. No puede haber travesuras, ni malos comportamientos, que no conlleven las reprimendas consecuentes.
¡Solo hacia falta que mi princesita, tuviera que hacer esto! Eso se queda para otros, ella no tiene por qué hacerlo, pues le he concedido la inmunidad total, a hacer las tareas que a ella no le guste. No quiero que pase todos los sufrimientos que yo he pasado. Los hijos o padres que están protegidos por la impunidad o inmunidad familiar, se comportan y actúan con insolencia, arrogancia, ignorancia, irresponsabilidad, descaro, debilidad, violencia, etc.
La Ley Familiar todos la tienen que cumplir. En la familia no debe haber impunidades, inmunidades, ni privilegios desafiantes, a las normas establecidas, aunque no estén escritas en piedra. No se puede seguir diciendo, lo que tanto se oye a algunos padres: "Son travesuras, y los niños, niños son". "No les digas nada, no se vayan a frustrar y se rebaje su autoestima. Déjalos sin llamarles la atención". Esa Ley, como las civiles de cada país, todos la tienen que cumplir, sin jugar con los límites, para no ser descubiertos, denunciados, corregidos y castigados proporcionalmente. Las travesuras, temeridades, barrabasadas e informalidades, no pueden quedar impunes, por mucha inmunidad o impunidad que tenga quien las hace. El no castigarlas con las correspondientes penas, genera la impunidad.
Luchar contra la impunidad y la inmunidad familiar, solamente molesta a los que la disfrutan, máxime si se la han concedido graciosamente. Pero los que la sufren, quieren que se haga justicia, pues nadie tiene que estar por encima de la Ley Familiar. Alguien se puede imaginar a un padre o a un hijo, llevando un cartel como en las antiguas ciudades, que según las leyes romanas, tenían derecho a demostrar públicamente, su condición de impunes e inmunes. ¡Vaya ridículo ante la sociedad actual!
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