SOCIALISMO Y AUTOCRÍTICA.
Tras unas elecciones perdidas por un partido como el PSOE, que aspiraba a perpetuarse en el poder y al que la ciudadanía en las urnas le ha mandado a la oposición, lo lógico y lo normal sería hacer autocrítica para analizar las causas de la debacle. Parece ser que el señor Rubalcaba y demás, no están por la labor. Dan la impresión de buscar en la calle con mucha prisa y con la agitación social, lo que perdieron hace poco con los votos.
No es éste el camino más expedito y mejor, para recuperar la confianza perdida, sin un ápice ni atisbo de autocrítica.
La mayoría de ciudadanos de este endeudado país –antes llamado España- no quieren ni algaradas, ni agitación callejera, ni soflamas incendiarias. Exigen como pueblo soberano que es, el unir esfuerzos, para acabar con la lacra de 5 millones y medio de parados, más el millón y pico de familias que viven en vergonzante miseria, atendidas sólo por Cáritas, parte de la denostada Iglesia católica, que tanto combatió el ex presidente Zp.
Sin ser partidista ni tener más política que la del Padrenuestro, como ciudadano español, aporto aquí mi reflexión para suplir la autocrítica del primer partido de la oposición.
El PSOE, entre otras causas, perdió las elecciones por tener un programa inspirado en un socialismo trasnochado, anclado en los años 30, anti religioso, anti eclesial, anti vida, anti patriótico y anti familiar. Hoy ya no cuela lo de " to pal pueblo", "papeles para todos", "como si Dios no existiera", "aborto libre"; "muerte digna"; "vale todo"; "enseñanza sin esfuerzo"; "negociar con terroristas"; "alianzas de civilizaciones"; "matrimonios homosexuales"; " imperialismo yanqui";"OTAN NO" "violencia de género"etcétera.
Sirvan estas líneas para incitar a la debida autocrítica a un partido que dice hacer hoy oposición responsable y alternativa de Gobierno de España.
